La verdad es que poca gente sabe la historia del paso de los osos por Madrid, y en general por el Sistema Central. El único resquicio de ellos lo podemos encontrar en la castiza plaza de la Puerta del Sol. La escultura de bronce del oso pardo y el madroño se ha convertido ya en un símbolo de la capital de España. Fue inaugurada en 1967 y mide 4 metros de altura, fabricada por Antonio Navarro a petición del Ayuntamiento de Madrid para hacer más visible el emblema de la ciudad.
El caso es que muchas de las rutas de senderismo por Madrid transcurren por lugares donde el Oso Pardo fue el rey. En esta entrada haremos un repaso de su historia en Madrid y el Sistema Central.
Esto es lo que te vamos a contar
EN LA EDAD MEDIA
El Oso siempre ha sido un elemento típico de la ciudad de Madrid, ya que, aunque hoy en día nos cueste creerlo en la Sierra de Guadarrama se podían encontrar oseras hasta el segundo cuarto del siglo XVI. En el libro de la Montería, donde se describen con minuciosidad y detalle los bosques y montes de España en la época de Alfonso XI (Siglo XIV), se nombran algunos lugares de la sierra donde existían osos, como por ejemplo “Manzanares” o “Val del Lozoya” entre otros.
Según los escritos de D. Gonzalo Argote de Molina los propios Reyes Católicos, de caza por La Pedriza, se encontraron con un oso hambriento quien, según la leyenda, esquivaba con sus garras todos los objetos que le lanzaban, e incluso consiguió escapar de los sabuesos y de los guardias en medio de la confusión.
EL OSO DE GREDOS
A escasas dos horas de Madrid en la Sierra de Gredos podemos encontrar vestigios del paso de los osos por el Sistema Central. En un pequeño pueblo de Ávila, exactamente en Navacepeda de Tormes, nos podemos encontrar con una garra de oso clavada en la puerta de la Iglesia de San Juán Bautista construida en el siglo XIII y ampliada en siglos sucesivos.

Las pruebas de carbono realizadas durante un estudio realizado por el Centro Mixto UCM-ISCIII dirigido por Juan Luis Arsuaga ponen fecha a la existencia del plantígrado calculando que vivió durante los siglos XV – XVI. La leyenda cuenta que un segador le dio muerte con su guadaña y ofreció a San Juán Bautista la garra de oso por su ayuda.
La leyenda del Oso de Gredos no acaba aquí. Ernest Hemingway en su libro Por quién doblan las campanas, menciona la existencia de una garra de oso en la puerta de una iglesia. El caso es que Hemingway en 1931 en uno de sus viajes por España hizo parada en Gredos donde podría haberse inspirado para tal hecho.
Navacepeda de Tormes es puerta de entrada al Parque Regional de la Sierra de Gredos, desde allí podemos acceder a la Plataforma de Gredos desde donde comienzan muchas rutas, entre ellas la ascensión al Almanzor, punto más elevado del Sistema Central.
EN LA ACTUALIDAD
El Ursus arctos, comúnmente denominado como Oso Pardo es una de las especies incluidas en el Catálogo Nacional de Especies Amenazadas, ya que se encuentra en peligro de extinción. En el siglo XVIII se le considera extinto en la serranía madrileña y no se lo considero desaparecido en su totalidad de la Sierra de Guadarrama, hoy Parque Nacional, hasta que en 1.830 se abate al último en la cara segoviana.
De acuerdo con los datos proporcionados por el FOP (Fundación Oso Pardo), la población de este mamífero se fue reduciendo hasta finales del siglo XX, pero a mediados de la década de 1990 comenzó un periodo de recuperación que ha conseguido mantenerse hasta hoy en día.
Hoy en día la recuperación del Oso Pardo se está haciendo evidente, los casi 400 ejemplares que caminan por nuestras montañas se pueden observar en varios enclaves del norte peninsular.
Bien podemos decir que el último oso en Madrid es y seguirá siendo de bronce.
Descubre el Buen Monte del Oso en la Sierra de Guadarrama y conoce la historia de los Osos, así como bosques característicos de la Sierra de Guadarrama. En cambio si lo que quieres es ver al Oso Pardo Cantábrico, un buen lugar para avistarlos hoy en día es en Alto Sil y Laciana.